Mujeres al borde de una ataque de nervios de Pedro Almodóvar (1988)

Mujeres al borde de un ataque de nervios de Pedro Almodóvar se estrenó en 1988. Detalla dos días en la vida de actriz de doblaje Pepa, cuyo amante y compañero de trabajo, Iván, acaba de abandonar. Iván estaba casado con Lucía y sin el conocimiento de Pepa, había tenido un hijo con Lucía llamado Carlos. Nunca vemos en la película a Pepa e Iván juntos; solamente comunican por recados en el contestador automático.

Iván deja un mensaje para Pepa diciendo que está a punto de salir de viaje y pide a Pepa que le haga la maleta. Pepa se despierta muy tarde y cuando escucha al mensaje, se apura por llegar al estudio para poder hablar con Iván. El se acaba de marchar y desde ese momento Pepa pasa mucho tiempo pensando en él.

Al mismo tiempo, su amiga Candela pide ayuda a Pepa porque ha alojado a unos terroristas y tiene miedo de que ellos vayan a entregarla a la policía porque les ayudó.  Poco después de que Candela llame a la puerta de Pepa, una pareja también llama a su puerta porque desean ver el ático de Pepa que está en venta. Carlos, el hijo de Iván, y su novia son quienes visitan el ático.

A partir de ese momento los acontecimientos se complican hasta rozar el absurdo pero es completamente coherente dentro de las normas del <<almodrama>>. Además de las coincidencias, otro elemento recurrente en el guion de Mujeres es la mostración de la sociedad española cambiante de los 80 desde el prima de Almodóvar. Pepa, por ejemplo, le cuenta a Candela que “la gente joven no sabe luchar por las cosas. Creen que la vida es todo placer. Pues, no. Hay que sufrir, y mucho.”. Parece aquí que se trate de la voz del director manifestando el sufrimiento de las mujeres por la marginalización de la sociedad española incluso en la época de la transición. Se intuye una crítica a la generación siguiente a la de Almodóvar, la que creció en la época posfranquista en un ambiente de más libertad, una libertad que no han de dar por sentado.


Por Charanya Kaushik