La película Los
amantes del círculo polar de Julio Medem (1998) es una historia de amor
entre los protagonistas Otto y Ana. Se
conocen cuando son jóvenes y pasan la mayor parte de sus años de adolescencia secretamente
juntos, hasta que son separados. Medem
explora el uso de la narrativa circular en su cuatro largometraje, que ganó dos
premios Goya en 1999. Cuando escribía la
película, Medem usó elementos de su propia biografía: crecer bajo la dictadura
de Franco, tener un padre alemán y una madre vasca.
Los
amantes del círculo polar
empieza en media res, y a medida que
avanza la película vemos los eventos a través de dos perspectivas: la de Otto y
la de Ana. Sus nombres son palíndromos,
circulares, lo que es un tema recurrente en la película. Los ciclos de la vida, la naturaleza, y el
amor enriquecen la historia en la compleja trama.
El primer encuentro entre Otto y Ana es casual. Otto
está corriendo tras una pelota cuando conoce a Ana, que también corría huyendo
de la noticia de la muerte de su padre. Tienen una conexión inmediata. La madre
de Ana y el padre de Otto se conocen por una coincidencia y luego se casan. Debido
a la unión de sus familias, Otto y Ana se convierten en hermanastros, lo que convierte
su amor en algo prohibido y secreto.
Por casualidad o destino, se reúnen (o no) en Laponia,
Finlandia, donde termina la película con dos versiones diferentes, lo que
parece apropiado porque la narración se desplaza constantemente entre los ojos
de Otto y los ojos de Ana. Los
amantes del círculo polar lleva a la audiencia a adentrarse en la relación de los dos personajes y sus vidas
cíclicas.
Por Tyler Schultz